Poco tiempo después del golpe de estado de 1976 y como parte del plan de “aniquilamiento de la subversión” los militares concentraron en el penal de Villa Devoto, en Buenos Aires, a las mujeres que estaban detenidas en diferentes puntos del país. Llegaron a ser casi 1.200. Una de ellas es Liliana Ríos, de Gualeguaychú, detenida en Santa Fe.